14 de octubre de 2011

Me llamo Raúl y tengo 10 años. A los tres años ya me subía al tobogán. Los mayores no me dejaban subir hasta que un día me lancé a las olas y me dejé rodar.

Buenasss!!!!
La ruta de hoy ha sido multitudinaria. Hemos asistido 11 personas, récord en los diablos. Asistentes: Carlos Marcas, Carlos Rojano, Carmen y Laura ( con su sesiones de fotos), Toni, Marc Flores, Raúl Manchado, Carmina, Raúl Jiménez, el siempre positivo Mirza y yo.
Primeramente, nos hemos dirigido al parque de la Bastida. Allí Marcas se ha mareado bastante ( en realidad mucho porque ha estado un poco balanceando solo un buen rato ya que se ha tirado unos cinco minutos dando vueltas en un columpio raro), Raúl Jiménez, Carmen y alguno más  se han divertido en la colchoneta y Carmina ha volado en la tirolina. Cómo no, nos hemos mojado un "poco" antes de partir.
Dejando al parque atrás hemos ido por el camino del depósito; pasado por el camino sin salida del otro día, esta vez hemos avanzado más; por el lavabo del señor del tanga y hemos vuelto a subir la cuesta del otro día. Se acercaban las cinco, Carmina y Raúl J.  tenían que irse. Toni, Marc y Raúl J. habían quedado atrás al ascender la montaña. No sabíamos donde estaban. El  guía Mirza los localizó. Junto a mí estaban Carmen y Laura cotilleando junto a Raúl M. mientrás éste probaba suerte dando patadas a unas piñas lanzadas por Rojano. Se acercaron por detrás los tres perdidos. Decían que alguien los estaban siguiendo. Raúl ,el más perjudicado de la huida, se mostraba asustado. Sigilosamente nos fuimos de allí. Carmen y Laura nerviosas, no paraban de hablar. Por fín salimos. El miedo cesó. Raúl Jiménez afirmaba asustado de lo que había visto. Un ser que nos perseguía o supuestamente nos perseguía. Sus cualidades eran bastante horrendas. Decía que se le había quedado mirando fijamente. Se sentía angustiado al contarlo. Lo que más le impactó era que iba en paños menores y que en su cara resaltaban unas grandes y negras gafas. ¿Será verdad o mentira...? Eso nunca se sabrá... 
Después de ello se han  ido Carmina y Raúl. Los seguíamos pero después de todo hemos acabado en el bosque. Allí hemos hecho varios vídeos donde el pobre Mirza lo castigaban a decir: En la montania, todo bien. Con su gorra de "Espania" y su optimismo hemos seguido la ruta alabando al monarca. 
La ruta se terminaba y sus chillidos cesaban... Laura y Carmen se fueron...  Pero aún la liamos un rato.
Fuimos al famoso tobogán donde casi todos nos tiramos. Pero los que los que mejor se lo pasaron fueron Marc y Raúl que disfrutaron como niños y entre niños lanzándose por aquel conducto. Éste último dicendo al lanzarse : Me llamo Raúl y tengo 10 años. A los tres años ya me subía al tobogán. Los mayores no me dejaban subir hasta que un día me lancé a las olas y me dejé rodar.Después de que lo limpiaran y rieramos un poco con los comentarios de Marc nos hemos ido a casa. 
Ha sido una ruta fántastica. Espero que sigamos haciendo rutas. Todos en el grupo somos muy diferentes y pero iguales al mismo tiempo. Eso es lo que nos hace ser especiales.Así que ya sabeis. Próxima ruta todos con botellas de agua que así como la de hoy ha sido un poco pena. :D

7 de octubre de 2011

El señor de las mandarinas y sus secretos más íntimos

Buenas tardes a todos!
Esta tarde, después de quedarnos la semana pasada con ganas de hacer senderismo, nos hemos reunido para poder hacer esta divertida actividad.
Nuevas personas han vivido esta esperiencia. Laura y Raúl Jiménez. Carmina ha vuelto a venir con nosotros. También hemos asistido Sandra ( que al final se ha decidido), Carlos Marcas y Rojano, los armados del grupo Marc y Borja y por último yo (Ana Belén).
También han venido dos personas más, entre ellas Raúl Manchado pero se han quedado atrás. 
Nos hemos dirigido a la casa del misterioso señor de las mandarinas ( que fuimos el 6 de mayo de este año). Nos deparaba un destino cruel, nada más entrar una cabeza cortada de un muñeco. Hemos pasado por el círculo donde hacen los malefícios, como dice Marc, el pozo, la casa... En el círculo se habían unas bragas con manchas sospechosas marrones. Todos exclamamos: ¡Qué asco! Pero ni rasto de ese hombre.
 Dejando atrás a aquel horrendo lugar nos hemos dirigido por un camino lleno de chumberas y  nos dirigimos por un camino diferente. Su final... bueno... era el lavabo de aquel señor. Sus pañuelos marrones indicaban. Subimos hasta llegar casi a San Gerónimo. Casi, casi pero al llegar arriba, Borja y Marc nos informaron de habían visto al extraño señor con los pantalones bajados y  un tanga cerca de su evidente retrete. Bajamos para seguirle pero arriba nos esperaba un guarda o eso parecía. Le saludamos y se fue. Intrigados bajamos otra vez.Vimos a un  pájaro carpintero pero,  antes de que Carmina y Laura le hicieran una foto se fue volando. Descendimos encontrando todo tipo de objetos de aquel hombre: las revistas que lee; su ropa, entre ellas unas manoplas, sus guantes y su abrigo de bisón; sabemos que está aprendiendo inglés, que come pájaros...Ahí lo dejo...
Después de dejar al pobre señor de las mandarinas nos hemos dirigido al depósito ya que se nos echaba el tiempo encima. Raúl J. Moreno ha sido malote al colarse en aquel lugar cerrado con candado. Tras todo el camino huyendo de los  balinazos y piñazos de Marc y Borja, Rojano se ha adelantado al grupo para evitar los lanzamientos. En el cruce donde se ha ido pasaba un hombre con muletas. Al ir en busca de Carlos nos hemos parado ya que no sabíamos si había huido por Borja o el hombre de las muletas. Finalmente, ha venido nuestro amigo y hemos seguido la ruta. Hemos tenido que darnos la vuelta pero después de un rato hemos llegado a la Bastida. Nos hemos hecho una foto donde yo salgo diciendo "Borja os va a matar a balinazos". Hemos saltado en una especie de colchoneta y nos hemos dirigido a casa.
Nos lo hemos pasado también que hemos dicho de repetir la semana que viene. 
PD:  Mirza se ha presentado finalmente a las cuatro y tras una espera de media hora se ha dirigido al bar del Chen. Esperamos que se venga la próxima semana.

2 de octubre de 2011

Hoy como cada domingo hemos salido los diablos: Toni, Alex, Julià, Alejandro y yo.
Hemos ido al nuevo campillo que estamos construyendo; donde hemos estado preparando rampas y curvas.
Después hemos ido a la calle del mar donde hemos desayunado, y volviendo por el rió nos hemos parado aver la exhibición de unos aviones que había y después hemos vuelto a casa.