Hoy en teoria íbamos a ir a la Torre Vigía Marcas, Julià, Toni y yo. Pero finalmente no decidimos subir y a Toni le dolía el codo y no ha venido. En toda la salida no salió el Sol y eso hizo que hicera frío, a parte también quedamos para ir a las 9.
Fuimos en dirección a la Hípica pero a medio camino nos desviamos hacia la parte baja del campillo. Allí contemplamos los saltos que había y por desgracia como era entre semana no había nadie saltando. El suelo resbalaba mucho y al subir una cuestecilla me comí la tierra porque al agarrarme de una raiz se rompió y saltó tierra. ¡Qué asco!
Después de dar vueltas acabamos en el Campillo. Allí nos tiramos tres horas para cambiar la cámara de Julià que estaba mal puesta. El mecánico Marcas la pusó después de lanzar su bocata de jamón y Julià se encargo de hincharla. Se tiró un buen rato pero no se hinchaba nunca. Ahí nos dimos cuenta de que había pinchado después de tirarse tanto rato para arreglarla... Estaba pinchada y con la cámara estropeada empezaron a lanzarla al aire. La brillante idea llegó cuando la pusimos entre las ramas de los árboles para construir un tirachinas. Lanzamos piñas que no sé por qué me rebotaban a mí. Después de hacer las trialeras de la Fuente de la Alzinas nos fuimos a Can Zam donde Marcas y Julià se picaron con unos chavales que había allí que incluso les invitaron a quedar con ellos. Finalmente pasamos por el skate park y nos despedimos contentos de esta ruta.
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